- Título: La travesía del Viajero del Alba
- Título original: The Voyage of the Dawn Treader
- Autor: C. S. Lewis
- Traductora: Gemma Gallart
- Número de páginas: 313
- Año de publicación: 2005 (esta versión)
- Año de publicación original: 1954
- Resumen:
Los más jóvenes Pevensi se encuentran en casa de sus tíos por las vacaciones de verano. En el cuarto de Lucy hay un cuadro con un barco que los va atrayendo más hasta llevarlo a ellos y a su primo Eustace de nuevo a Narnia.
Esta nueva aventura se trata de una larga travesía por mar organizada por Caspian para encontrar a los siete lores que su tío Miraz había enviado en una falsa investigación, además quieren encontrar el fin del mundo, hacia la tierra de Aslan.
En este largo viaje encontrarán diferentes islas misteriosas que los atrae de alguna forma y donde pasarán grandes aventuras hasta alcanzar su propósito.
- Reseña:
Al igual que las otras partes de la saga, está escrita en primera persona omnisciente, de forma que parece que el autor le está contando directamente la historia al lector. Sin embargo, en este tomo hay algunas partes que se escriben desde el punto de vista de Eustace a través de su diario. También se deja entender que estas historias se las cuentas los protagonistas al autor y éste las escribe tiempo después.
Este libro es ligeramente más largo que los anteriores, por lo que también sus capítulos son más extensos que en las otras partes de las novelas de Narnia. Éstos están numerados y con título cada uno. Sus párrafos son bastante más largos y con menos diálogos, siendo un libro bastante descriptivo,
La historia transcurre al verano siguiente de la anterior, mientras que esta vez en Narnia apenas han pasado cuatro años. El autor explica que el tiempo que pasa en Narnia no afecta al transcurrido en el nuestro, pues siempre se regresa al momento exacto al que se partió. No obstante, en Narnia no sucede lo mismo, pues pueden pasar pocos años como miles, el tiempo no siempre pasa a la misma velocidad.
A diferencia de los otros libros, en este las aventuras empiezan mucho más rápido, pues el viaje no resulta sencillo desde el primer momento, ya que tras el reinado de Miraz los narnianos no había vuelto al mar y sus naves no son tan rápidas y resistentes como durante la épocas de los hermanos Pevensi. Cada una de las islas a las que van llegando, más allá de las Islas Perdidas, la última tierra conocida y marcada en sus mapas; los enfrentan a diferentes desafíos a parte de la dura travesía a través de mares duros y tormentas. Este hace que, a pesar de sus extensos textos, la lectura resulte amena y entretenida, con ganas de saber cómo podrán superar cada una de las aventuras y qué se encuentra hacia el final del Este, lugar al que navegan.
Nuevamente el libro me recuerda a la religión cristiana, ya que este viaje semeja el camino a realizar para purificar el alma y el renacer. En una de las islas Eustace se convierte en dragón y Aslan lo guía para deshacerse de ese cuerpo y renacer, cambiado incluso su asquerosa forma de ser (ya que lo único que hacía era criticar, creerse superior a los demás y quedarse sin hacer absolutamente nada). A parte, en cada isla se encuentran con alguna tentación diferente, que algunos de los Lores a los que buscan no pudieron superar y que. ellos con la presencia siempre de Aslan cuando lo necesitan, lograr avanzar.
A pesar de que Lucy, Eustace, Edmund y Caspian parecen los protagonistas, al final se descubre que quien realmente tiene el verdadero protagonismo es el ratón Reepicheep y la gran importancia de la nana que oyó de crío, lo que lo llevó a emprender ese viaje hacia el este, hacia la tierra de Aslan.
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