1. Título: Rivales divinos
2. Título original: Divine Rivals
3. Autora: Rebecca Ross
4. Traductor: Raúl Rubiales
5. Año de publicación: 2023
6. Año de publicación original: 2023
7. Número de páginas: 377
8. Resumen:
Iris y Roman trabajan en el mismo periódico, luchando por conseguir el mismo puesto de columnista.
Triste y con miedo tras la partida de su hermano a la guerra, la joven empieza a escribirle cartas para desahogarse y meterlas por debajo de la puerta del armario, tal y como hacía su abuela. Sin embargo, estas desaparecen y un día recibe la respuesta, pero no es Forest quien recibe las cartas, sino un chico desconocido con el que empieza una amistad a través de esa mágica correspondencia.
Iris, en busca de un cambio, decide hacerse corresponsal de guerra y así, además, buscar a su hermano. Prácticamente en primera línea de guerra, la periodista ayuda como puede y sigue investigando el porqué de esa batalla entre los dioses cuando, su viejo rival también aparece como corresponsal de guerra.
9. Reseña:
El libro está escrito en tercera persona omnisciente, en pasado, siguiendo principalmente a Iris y a Roman, además de una perspectiva del dios Dacre. Las cartas, los artículos y así como los pensamientos más profundos está escritos en primera persona, en presente. Este punto hace sentir al lector partícipe de la correspondencia entre los personajes.
La novela está escrita en tres partes. Los capítulos no son muy largos, presentando vario saltos de tiempo en los que son más extensos, sea mediante cartas o por el paso del tiempo y/o acción.
El tema principal de la novela es la correspondencia entre Roman e Iris. A pesar de que al principio la joven no sabe a quién le está escribiendo, él enseguida se da cuenta de que es ella por lo que le iba escribiendo a Forest: el dejar el instituto, su nuevo trabajo en la Gaceta... Al principio, Roman teme de que la joven se de cuenta de que es él, pues no cree que le agrade ni le guste que su rival del trabajo esté en posesión de las cartas que iban dirigidas a su hermano mayor. Por otra parte, Iris se muere de ganas por conocer a su misterioso amigo, mientras, por otra parte, no sabe bien qué siente hacia su compañero y rival de trabajo.
El juego de palabras que hace la protagonista con la inicial del segundo nombre de Roman es un toque de humor a lo largo de la historia, ya que cada adjetivo que se le ocurre va encajando en lo que va pasando en ese momento, no sabía que se podían usar tanta palabras con C. para describir a una persona.
El romance entre los protagonistas va surgiendo lentamente, mezclándose con la magia que los une mediante esas cartas encantadas. Roman es el primero en darse cuenta de sus sentimientos, mientras que Iris se siente confusa al darse cuenta de que le gustan dos personas que ella cree completamente diferentes.
La guerra entre los dioses es el segundo punto importante en el libro, teniendo más protagonismo en la última parte del libro, cuando a Iris y a Roman les toca ir al frente para poder escribir los artículos. Allí ven en primer plano cómo es realmente estar al frente, el horror de no poder dormir bien sin saber si te van a atacar o no, huir en el momento dado, así como el trauma que genera después cualquier sonido fuerte.
Además, al ser una guerra divina, los atacantes no son solo humanos. Por parte del dios infraterrenal Dacre están los ezrals (parecidos a guivernos) y sus sabuesos, que atacan de día y de noche los pueblos, buscando víctimas.
Roman e Iris investigan el porqué de la guerra, buscando los motivos de la rivalidad entre Enva y Dacre, encontrándose con el problema de que se conservan muy pocos mitos e historias que vinculen a ambos dioses.
La historia, a pesar de estar ambientada en un mundo de fantasía, se encuentra en el S. XX, a principios, donde ya hay electricidad, pero aún no ordenadores, por lo que los protagonistas cargan con sus máquinas de escribir a todas partes, además de libretas y bolígrafos cuando deben ir al frente y con poco equipaje. En este mundo, la magia se encuentra en los objetos y edificaciones, ya que viene dada por todo aquello que se haya construido encima de las tumbas de descanso de los dioses caídos.
Es un libro que se leer rápido, entretenido y que engancha enseguida, a pesar de que no hay demasiada acción al principio. El final de este deja con ganas de continuar con la última parte de la historia y saber si al fin se establecerá la paz y lo que va a ocurrir con los protagonistas. Las cartas son un tema recurrente y que le dan un toque diferente, emotivo, en esos tiempos donde apenas ocurren cosas buenas.
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