- Título: ¡Invisibles!
- Título original: Goosebumps #6: Let's Get Invisible!
- Autor: R. L. Stine
- Traductora: Concha Pérez
- Año de publicación: 1995
- Año de publicación original: 1993
- Número de páginas: 142
- Reseña:
Durante su cumpleaños, Max y sus amigos descubren un cuarto oculto en su buhardilla, donde solo hay un espejo. Cuando encienden la luz para ver mejor, Max desaparece, haciéndose invisible, al principio creía que era una broma de sus amigos hasta que días después lo comprueba por sí mismo al no verse reflejado. Tras hablarlo con sus amigos, estos empiezan a jugar, apostando quién aguanta más.
Cuanto más tiempo pasen siendo invisibles, más tardan en aparece, sin embargo, al cabo de unos minutos sin ser visible, se empiezan a sentir raros.
Un día su hermano se hace invisible demasiado tiempo y Max, cuando regresa, lo encuentra extraño, sin saber porqué.
El libro, como la mayoría de esta serie, está contado en primera persona, desde la perspectiva de Max. Ya desde un principio relata que se hizo invisible y la historia empieza en su cumpleaños, cuando desapareció por primera vez.
Algunos de los capítulos son bastantes largos para lo breve que es el libro, sin embargo, la mayoría tienen un número de páginas bastante breve.
El misterio se presenta desde el principio, pues ya Max empieza contando que se hace invisible y cómo ocurrió por primera vez, pues este se puso debajo del foco mirándose al espejo.
El terror, a diferencia de otros, está presente desde la mitad del libro. Pues el protagonista se siente extraño cuando pasa demasiado tiempo sin ser visible, sintiendo como si una extraña fuerza lo arrastrara. Este terror aumenta después de que su hermano no le conteste cuando juega a ser invisible y encontrándolo extraño cuando vuelve a ser visible. Max siente que el espejo es peligroso e intenta que sus amigos no vuelvan a usarlo. El miedo que presenta los personajes el de no saber qué les puede ocurrir si no vuelven a ser visibles.
En este libro se hace una adaptación española, usando las pesetas (pues un libro de la época en la que aún no existía el euro), en lugar de los dólares, como sería lo lógico en Estados Unidos. Esto hace que la novela parezca más cercana para el lector.
La lectura se hace amena por su sencillo vocabulario, aunque algunas palabras que usen ya no sean muy actuales (cosa normal a ser una versión antigua de la novela) y común en todos los libros de esta edición de la saga. También ayuda a su lectura que el libre ya comience con lo que le causó terror al protagonista, queriendo saber cómo empezó y acabó todo.
Que el espejo sea el "monstruo" es bastante irónico, puesto que el protagonista se pasa muchas horas mirando su reflejo, ya que está bastante obsesionado con tener su pelo perfecto en todo momento.
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